A Tomás le encanta patinar sobre hielo. Un día, la mamá de su amigo Mario los llevó a patinar junto con otros amigos. Pero Mario pasó la mayoría del tiempo patinando con los otros chicos, y Tomás se sintió que lo habían dejado de lado. Le dijo a Mario de mala manera que se había portado muy mal con él.
Tomás regresó a su casa llorando. Le contó a su mamá toda la historia y terminó diciendo que Mario ya no era su amigo. Pasaron dos días y Tomás se sentía igual.
Por último su mamá le dijo: "¿Has pensado alguna vez en perdonar y olvidar lo sucedido?" Tomás se quedó callado por un rato largo. Entonces su mamá le preguntó: "Tomás, ¿qué quiere decir olvidar y perdonar?" Él pensó por un tiempo hasta que por último dijo lentamente: "Bueno, perdonar quiere decir volver a amar, y olvidar es olvidar que haya ocurrido".
La mamá lo abrazó fuerte y le dijo que ésas eran palabras muy hermosas. Le preguntó si las había escuchado en la Escuela Dominical. Y él le respondió que no, que él las había pensado. Ella le dijo que eran pensamientos que Dios le había enviado.
La mamá de Tomás le dijo que cuando escuchamos a Dios nuestros sentimientos heridos se sanan. Le contó que Pedro, uno de los discípulos de Jesús, le preguntó a Jesús cuántas veces tenía que perdonar. Pedro le preguntó si debía perdonar a alguien siete veces. Pero Jesús le dijo que debía perdonar setenta veces siete. Mateo 18:21, 22. Eso es un montón. Pero simplemente demuestra que el amor que Dios tiene por nosotros es muy grande. Él nunca deja de amarnos, y Su amor nunca se termina. De manera que podemos seguir perdonando, o volviendo a amar, porque el amor de Dios siempre está presente para que recurramos a él.
Esa noche, Tomás tuvo la oportunidad de practicar lo que acababa de aprender sobre perdonar y olvidar. Resulta que él no se quería ir a la cama, y su papá le dijo que tenía que hacerlo. Tomás terminó llorando, y se quedó sentado en su cuarto, muy enojado. Mientras que su papá bajó las escaleras, también enojado.
Minutos después, el papá subió y le dijo: "Mami dice que debo preguntarte qué aprendiste hoy sobre perdonar y olvidar". Al principio Tomás no le quería decir nada. Seguía de mal humor. Hasta que finalmente sonrió y dijo: "Perdonar es volver a amar, y olvidar es olvidar que haya ocurrido". Su papá sonrió. Se perdonaron mutuamente y olvidaron lo ocurrido en ese instante, entonces se dieron un fuerte abrazo.
Ahora Tomás estaba listo para perdonar a Mario también. Ellos han sido muy buenos amigos desde entonces, y les encanta patinar juntos. A veces vienen otros amigos también y se divierten mucho todos juntos.