La Editora de Ciencia y Salud con Clave de las Escrituras por Mary Baker Eddy, continúa recibiendo correspondencia de todas partes del mundo, de nuevos lectores de Ciencia y Salud, así como de personas que hace mucho que lo leen, que escriben con el corazón lleno de gratitud contando el efecto que ha tenido el mensaje de este libro en sus vidas. A continuación publicamos algunos ejemplos.
Mi Madre me dio mi primer ejemplar de Ciencia y Salud en 1937. Todavía lo tengo. Durante la Guerra de Corea yo estaba estacionado en el USS Bon Homme Richard. El otro Científico Cristiano que había a bordo y yo celebrábamos servicios todos los domingos que podíamos, y ocasionalmente otros venían a escucharnos.
Recuerdo la primera vez que me ayudó Ciencia y Salud. Hacía más de cuarenta días que estábamos en alta mar. En aquel entonces yo tenía una caries en un diente que me había comenzado a doler. Tenía miedo de ir al dentista del barco porque no quería perder el diente. Me dolía mucho, y yo sabía que las verdades que contiene Ciencia y Salud me podían ayudar. De modo que busqué un pasillo que no se usaba mucho y me senté en el frío suelo de acero, y comencé a leer el capítulo "La práctica de la Ciencia Cristiana". A medida que leía, el dolor desapareció, y pude seguir leyendo lleno de alegría hasta que terminé. Nunca más volví a sentir ni un dejo de dolor en ese diente.
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